Tabaco y diabetes
En este artículo vamos a ver cómo el tabaco, más concretamente la nicotina, afecta a la incidencia y evolución de la diabetes tipo 1 y 2.
La epidemia del tabaquismo
A pesar de que la cifra de fumadores ha disminuido con los años, sigue siendo elevada, y supone una gran amenaza para la salud pública. Según la OMS, el tabaco mata al año a más de ocho millones de personas. La OMS calcula que para el año 2050 habrá 1.500 millones de fumadores en el mundo.
El tabaquismo causa enfermedades pulmonares, cardiovasculares y cáncer, entre otros, que se podrían evitar si no se fumase. La gravedad e incidencia de estas enfermedades depende directamente del número de cigarrillos fumados diariamente, y puede no solo afectar a los fumadores, sino también a la gente de su entorno, los llamados fumadores pasivos.
El tabaco tiene también efecto sobre nuestro metabolismo, en especial el de los azúcares. Por ello, preocupa la influencia del tabaco sobre el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Además, fumar puede agravar las complicaciones asociadas a la diabetes tanto tipo 1 como tipo 2.
La nicotina y el riesgo de diabetes tipo 2
Algunas sustancias presentes en el tabaco, en especial la nicotina, tienen un efecto importante sobre nuestro cuerpo, pudiendo aumentar la probabilidad de desarrollar diabetes tipo 2. Este efecto de la nicotina aumenta la resistencia a la insulina, en consecuencia, la glucosa no se metaboliza.
La nicotina, al llegar al cerebro, provoca la liberación de unos mensajeros químicos, llamados neurotransmisores, que hacen que los tejidos absorban en menor medida la glucosa de nuestro cuerpo. Como consecuencia, el páncreas entiende que hay poca glucosa y secreta aún más insulina, provocando a largo plazo, el desgaste del páncreas.
Bien es cierto que el tabaquismo está asociado a un menor peso corporal, no obstante, los fumadores tienen un mayor riesgo de presentar un exceso de grasa en la zona abdominal. La nicotina produce la liberación de la hormona del estrés, el cortisol, y de la hormona de crecimiento. Esto hace que se acumule grasa visceral, la más perjudicial de todas las grasas, que a su vez, aumenta la resistencia a la insulina.
En los músculos, la nicotina va a aumentar la actividad de mTOR, proteína presente en las células de mamíferos, influyendo en la disminución de la adsorción de glucosa mediada por insulina.
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La nicotina también desestabiliza a las hormonas sexuales, lo que puede inducir a una distribución androide de la grasa, es decir, a una acumulación de grasa en la cintura, afectando principalmente a órganos como el corazón, pulmones, hígado y riñones.
Por último, se ha visto que las sustancias que forman el tabaco disminuyen la actividad de las células beta. Estas células se encuentran en el páncreas y son las encargadas de producir insulina, por lo tanto, los fumadores tienen el riesgo de producir menos insulina de la que necesitan.
El efecto del tabaquismo en el control glucémico
¿Qué es el control glucémico?
Las personas con diabetes, tanto tipo 1 como tipo 2, debe controlar sus niveles de glucosa en sangre, y lo hacen a través de controles glucémicos. Uno de los controles es la prueba de hemoglobina A1c. Con esta prueba se puede medir el promedio de la cantidad de glucosa en sangre de los últimos meses y ayuda a ver si hay mal control de la diabetes.
¿Fumar con diabetes tipo 2?
En los pacientes con diabetes tipo 2, el tabaco provoca un aumento de A1c, es decir, de glucosa en sangre, de entre el 0,21% y el 1,08%. Este aumento depende de la cantidad de tabaco que se fume al día, a mayor número de cigarrillos, mayor aumento y se debe, principalmente, al empeoramiento de la resistencia a la insulina comentado anteriormente.

¿Fumar con diabetes tipo 1?
El tabaco también afecta al control glucémico en la diabetes tipo 1, en la cual el cuerpo no produce insulina. Los pacientes requieren de inyecciones de insulina, no obstante, si reciben más de la que necesitan, no ingieren suficiente glucosa o la gastan muy rápido, pueden llegar a padecer hipoglucemia, es decir, presentar niveles de glucosa muy bajos.
En la diabetes tipo 1, fumar se asocia a un mayor riesgo de padecer hipoglucemia grave. Además, provoca una mayor variabilidad glucémica, dificultando el control glucémico.
La principal explicación de este hecho es la resistencia a la insulina provocada por la nicotina. Se ha visto que fumar tiene una relación clara con la nefropatía de la diabetes tipo 1.
¿Puedo fumar teniendo diabetes?
Como se ha visto, fumar empeora el pronóstico de la diabetes debido a que dificulta el control glucémico, lo que lleva a desarrollar complicaciones asociadas a la enfermedad. Además, es un factor de riesgo para la aparición de la diabetes tipo 2.
Recuerda que en DCRA somos personas con diabetes que realizamos nuestras propias investigaciones científicas, financiadas por personas que se asocian a nuestra organización. ¡Ayúdanos a seguir investigando!
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Bibliografía científica
Rouland A, Thuillier P, Al-Salameh A, Benzerouk F, Bahougne T, Tramunt B, et al. Smoking and diabetes. Ann Endocrinol (París). 2024;85(6):614–22. Disponible en: http://dx.doi.org/10.1016/j.ando.2024.08.001


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